Extravíos y reencuentros.

Tengo cierta fijación cuando me dispongo a encontrar algo perdido, podría decir que es casi una obsesión. Hace un par de semanas me llamó Mariana, compañera de kinder hasta secundaria. Confieso que fue bastante extraño escucharla, jamás imaginé hablar nuevamente con ella y mucho menos verla. No le fue difícil localizarme, los comerciales de alimento canino son transmitidos cada quince minutos por televisión abierta con un estúpido slogan, "Pipo y Pepa lo comen sin hacer mueca", cómo jodidos sabes cuando un perro hace una mueca. Pero no podía quejarme la paga era buena a la gente le gustaba y hasta llegaban a reconocerme en la calle, siempre quise figurar en público. En cambio Mariana, desde siempre lo hacía muy bien. Fue coronada como reina de la primavera en el kinder, en la quermese de la primaria la escogían para repartir besos por unas cuantas monedas mientras que a mí, me ponían en la cárcel a custodiar niños tímidos y feos a quién nadie quería esposar, en secundaria i...